viernes, 14 de marzo de 2008

TARDE


He cortado el hilo de plata sin escuchar
Tu dulce voz
Vuelve a mí, quiero escucharte
en el momento preciso de tu muerte
conviérteme en agua y llévame hacia ti
verás que mi alma también se va por momentos
y oscurece esta vida

Tal vez fui yo misma quien desvaneció la luz
impulsada por la angustia

Necesito perder la sangre y el mar

Sólo atrocidad retorcida
me invade cuando duermo

No soy sangre sin gravedad
no fuí paz entre tu cuerpo y el mío
y jamás quise cortar tu mano izquierda

pero lo hice.

No hay comentarios: