No hay hacia donde gritar
Todo esta ya muy lleno de eso
¿Que se puede hacer?
No gritar -Pero por que carajos haría eso
Si tengo tantas ganas.

Las venas en mi cuerpo hoy eran más difíciles de ver, mi piel se sentía mas blanda quizás más vieja y desgastada, pero me sentía bien. Haría que pagara su engaño con la misma mentira. Bajó del automóvil con el mismo semblante fuerte y calmado que la distinguía de entre las demás, se acerco a la mesa tranquila y sin prisa. Hablamos un tiempo, mentimos, reímos mientras nos burlábamos un poco, tal vez sin darnos cuenta de que lo hacíamos de nosotros. Pensé en dejarlo todo. Al final que importancia tendría tener un hijo varón si no era con la mujer amaba, quien estuvo a mi lado hasta convertirme en esto que soy. Estúpida ironía. Estábamos ahí, solos, después tanto, con tan pocas cosas para dar. Hablando de planes absurdos, en direcciones opuestas. Se miraba tan linda, como siempre. Y sin poder evitarlo una parte quería decirle: Te amo, quédate conmigo. Pero guarde silencio. En ese último momento mi cuerpo sintió un moribundo palpitar recorriendo los años y el futuro. Ella se fue y mi corazón se fue corriendo tras de ella. De regreso al hotel el caparazón callo al suelo. Me reí de mí como una loca. Cual ciclista, cual hombre…no había nada, ni siquiera él.